La integración energética es uno de los principales motores del desarrollo económico y social de la región, así como un importante factor para acelerar la unión de los países suramericanos. La iniciativa de integrar energéticamente América del Sur viene de la necesidad de reducir costes y proporcionar una red de energía sostenible. Además, las crisis energéticas a las que se enfrentaron países de la región como, Brasil, Argentina y Venezuela en los últimos años, hacen que el abastecimiento sea una preocupación para todos. Teniendo en cuenta que los países de América del Sur comparten un vasto territorio rico en recursos naturales esenciales para la producción de energía en distintos ámbitos, la integración energética es el tema de mayor relevancia en el subcontinente. Es el momento de conformar políticas de cooperación energética entre las naciones suramericanas, para garantizar un futuro estable. El aumento de la demanda energética de los países desarrollados y en vías de desarrollo, hace que la energía sea el principal tema de debate y concertación política para este siglo. Por ese motivo, el tema energético es de extrema relevancia en la agenda suramericana, siendo un elemento complementario en el desarrollo del proceso de integración en curso en la región.
En este contexto el Consejo Energético Suramericano fue creado durante la celebración de la I Cumbre Energética de Isla Margarita, entre los días 16 y 17 de abril de 2007. Está formado por los Ministros de Energía de los países miembros de UNASUR, que trabajan en la definición de un modelo energético y en la formulación de un Tratado en este ámbito. La primera Reunión del Consejo se celebró el 08 de mayo de 2008 en Caracas, Venezuela, donde un Grupo de Expertos presentó información referente a los alineamientos para la estrategia energética suramericana y las bases para un Plan de Acción. Los temas debatidos en la reunión fueron: aspectos legales, Tratado Energético, resolución de controversias, logística, desarrollo de biocombustibles, estudios de mercado, desarrollo y complementariedad de estructura energética, aspectos ambientales, energías alternativas, uso eficiente de la energía, acceso universal a la energía, y balance energético. También se dialogó la propuesta venezolana parar crear una empresa Grannacional, un formato que viene siendo implementado en el ALBA, y que surgió con una dinámica económica orientada a privilegiar la producción de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades humanas rompiendo con la lógica de acumulación del capital. El Consejo debatió exhaustivamente los aspectos relativos al Tratado Energético Suramericano que pretende presentar al Consejo de Ministros de UNASUR en 2010.