Suramérica es una región de contrastes, marcada por riquezas naturales y también por una gran desigualdad social. Es necesario y urgente conformar programas de desarrollo, con el objetivo de frenar el hambre y la pobreza. Una vez controlado el problema de la pobreza, se consolidará la estabilidad social y será posible una integración exitosa en todos los ámbitos.
En Cuzco, los líderes suramericanos confirmaron que el éxito de la integración, depende de una convergencia de intereses sociales, políticos y económicos de toda la región. Por este motivo, los Presidentes y representantes de los países de América del Sur, definieron que la Comunidad Suramericana de Naciones tiene como principal objetivo combatir la pobreza, eliminar el hambre, generar empleo decente y garantizar el acceso de todos a la salud y a la educación.
La integración de los países del subcontinente, tiene como propósito desarrollar un espacio suramericano integrado en lo político, social, económico, ambiental y de infraestructura, que fortalezca la identidad propia de América del Sur y que contribuya, al fortalecimiento de América Latina y el Caribe y le otorgue una mayor gravitación y representación en los foros internacionales.
Los procesos de integración definidos en la Declaración de Cuzco fueron: la concertación política; la convergencia CAN-Mercosur; la integración física, energética y de comunicaciones; la armonización de políticas de desarrollo rural y agroalimentario; la transferencia de tecnología y de cooperación horizontal en todos los ámbitos de la ciencia, educación y cultura; y la interacción entre las empresas y la sociedad civil en la dinámica de la integración.